Me gustaría amarte sin promesas,
sin celos, ni controles,
sin esperar nada
y emocionarme con todo.
Me gustaría no saber cuándo vendrás,
y que no sepas cuándo estaré,
que nuestros caminos se encuentren,
porque nuestros corazones sin preguntarnos
lo deciden con una sincronía mágica y sublime
que depende de los invisibles hilos de la perfección.
Te espero sin buscarte.
Te busco sin esperarte.
Porque sé que después de recorrer caminos
y perdernos en maravillosas historias,
nos reencontraremos para compartir
la luz que hemos descubierto.
Donde no dependes de mí
ni yo de ti,
donde la libertad es el lazo
que nos mantiene unidos
más allá de la ilusión,
la posesión y el tiempo